Descubre la experiencia pintura y vino más divertida de Barcelona
Hay semanas que se hacen cuesta arriba. Días que piden una pausa, algo que rompa la rutina sin necesidad de irse muy lejos. Y entonces aparece ese plan que lo tiene todo: arte, copas, risas, y la posibilidad de dejarse llevar sin presión. En Barcelona, existe un lugar donde esto es posible: una experiencia pintura y vino que va mucho más allá de pasar un buen rato.
Pintar, brindar, reír… aunque nunca hayas tocado un pincel
No hace falta haber ido a clases de arte ni saber combinar colores. Lo único necesario es tener ganas de desconectar. En Academia de Marte, todo está pensado para que cualquiera —literalmente cualquiera— se sienta cómodo desde el minuto uno.
El ambiente es acogedor, la música acompaña sin robar protagonismo, y mientras el vino o el Aperol fluye, los pinceles comienzan a contar historias. Cada participante elige un cuadro (clásico o con luces neón) y, guiado por artistas que saben cómo motivar sin corregir, se sumerge en el placer de crear.
No se trata de hacerlo perfecto. Se trata de disfrutar. Y cuando el foco ya no está en el resultado, lo que surge es auténtico. Pintar se convierte en una excusa para reír, conectar con los demás y sorprenderte con lo que puedes hacer cuando te das permiso.
Un plan diferente para compartir (o regalar)
Lo mejor de esta propuesta es que funciona en casi cualquier situación. ¿Una cita diferente? ¿Una tarde con amigos? ¿Una celebración de cumpleaños o una despedida con personalidad? Incluso para equipos de trabajo que buscan hacer algo original, divertido y que realmente sirva para romper el hielo.
La experiencia pintura y vino en Barcelona se adapta a cada grupo. Puede ser íntima y relajada o vibrante y social, según el cuadro, el horario o el tipo de evento. Y siempre incluye barra libre de bebidas y un ambiente que invita a quedarse un rato más.
Más que cuadros: figuras, fiestas y cursos para todos
Además de los cuadros sobre lienzo, Academia de Marte ofrece otras actividades que siguen la misma filosofía: arte sin presión. Como la opción de pintar figuras de cemento, perfecta para quienes prefieren algo más tridimensional, o los packs para fiestas infantiles, que combinan merienda, pintura y un entorno pensado para que los niños también se expresen a su manera.
Y si lo que buscas es profundizar más en el dibujo o la pintura, puedes apuntarte a sus cursos para adultos o niños, con horarios flexibles y clases adaptadas a todos los niveles. Aquí el arte no es elitista ni exclusivo. Es una forma de estar presente, de expresarte y de disfrutar sin exigencias.
Un espacio donde apetece quedarse
Situada a solo unos pasos de Plaza España, en la C/ Sant Fructuós 84, la academia tiene ese aire acogedor que te hace sentir bien desde que entras. Colores, luz cálida, pinceles preparados… todo está dispuesto para que la experiencia sea redonda.
El equipo que lo hace posible es cercano, amable, y sabe cuándo ayudar y cuándo dejar que fluyas a tu ritmo. No hay miradas críticas ni presión, solo acompañamiento y buena onda. Y eso se nota en cada opinión de quienes ya han pasado por allí.
¿Cómo funciona?
Reservar es fácil: eliges el cuadro y el día en su calendario online, y recibes la confirmación en tu correo. El día de la actividad, llegas unos minutos antes, te acomodas con tu copa en la mano, y te dejas llevar durante dos horas. Al final, te vas a casa con tu obra bajo el brazo… y una sonrisa que suele durar bastante más.
¿Y si te regalas esa pausa?
A veces no hace falta una gran escapada para sentirte bien. Solo un rato diferente, donde puedas soltar el móvil, pintar sin pensar demasiado y brindar por el simple hecho de estar presente. Si eso suena bien, entonces esta experiencia pintura y vino en Barcelona es para ti.
