El termoplástico en nuestra vida diaria
|El termoplástico es un producto que sometido a una temperatura elevada se vuelve totalmente flexible. Esto permite elaborar con él todo tipo de productos que utilizamos en la vida diaria y que serían impensables sin esta cualidad.
Un ejemplo muy común lo encontramos en las perchas de la ropa elaboradas en plástico. Estas perchas tienen una forma muy precisa según el uso para el que se destinan y son ligeramente flexibles. Soportan el peso para el que se han diseñado sin deformarse y son muy ligeras, por lo que podemos encontrarlas en todos los armarios.
Si se aplica fuerza sobre una de estas perchas, se romperá pero es posible modificar su forma. Esto es porque una vez que el plástico alcanza nuevamente la temperatura ambiente, deja de ser moldeable y se vuelve bastante rígido.
Muchos de los objetos de plástico que puedes ver que tienen una forma determinada y precisa, se han realizado por este procedimiento.
Pero las empresas de inyección de plástico no solo se encargan de la venta de productos cotidianos elaborados con termoplástico, sino también de la fabricación de moldes para que se puedan realizar productos mucho más específicos.
Por ejemplo, la fabricación de moldes destinados a prótesis ortopédicas, tan importantes para miles de personas que han tenido una lesión o que necesita de una prótesis tras un accidente o por un excesivo desgaste, por ejemplo en sus cartílagos de rodilla.
Mediante el sistema de inyección de plástico se realizan también piezas para maquinarias, tales como piñones, arandelas, tuercas o palancas. En muchos aparatos que utilizamos normalmente, podemos ver un sistema interior a base de piezas y engranajes de plástico sólido.
El plástico puede ser el único componente de un aparato o funcionar combinado con otras piezas metálicas en aquellas partes en las que es necesario introducir elementos más resistentes o más flexibles, como es el caso de los muelles.
Estas piezas de plástico, mucho más económicas que las metálicas, permiten abaratar significativamente el precio de muchos productos al reducir el coste de su fabricación. En algunos casos, son más indicadas porque con ellas se evita la oxidación o la contaminación por metales.
No todos los plásticos son susceptibles de ser moldeables, sino que algunos se queman al someterlos al calor. Son ejemplos muy habituales de termoplásticos el polietileno, el poliestireno, el PVC, el teflón o el PET con el que se fabrican muchas de las botellas para bebidas.